PROMETEO

lunes, 2 de enero de 2012


La felicidad no me fue dada.  Así que como Prometeo, me propuse robarla de algún lugar.  Tuve éxito, aunque no consigo recordar a quién se la quité o cuándo o dónde fue que la obtuve.  Por eso temo el castigo de los dioses y ando por la vida evitando las aves y las rocas.

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